jueves, 1 de septiembre de 2016

Blanca

Aquí voy después de mucho tiempo, no he tenido la oportunidad de escribir aquí después de todo lo que ha pasado. Siempre huyéndole a lo que puedo encontrar cuando intento perderme...las cosas que duelen porque están escondidas y porque son solo mías.
También me he alejado un poco de la escritura porque no hallaba como poner en papel que estaba seca, moribunda.. tanto que aguanté y luego solo en un papel explicándome a mi misma cuales eran mis derrotas. Pero bastó un silencio muy oportuno, romper comunicación conmigo y escuchar cuales eran mis anhelos.
Estoy lejos, con varios kilómetros entre mi pasado y yo. Quizás no sepa exactamente donde voy, que comeré, con quién dormiré o que libro escucharé en mi cabeza con el eco de mi voz, pero sé que la sal vuelve para alegrarme con sorpresa cada momento. 
Me he llenado con amaneceres, palabras de aliento, besos dulces, ojos marrones y una piel muy blanca. Me ha hecho feliz el olor del desayuno en las mañanas, viajes largos de carretera y por supuesto, caras viejas que hoy juegan nuevos roles. 
Me he dado cuenta que el dolor te hace insensible y ciego, pero me he permitido dejar ir a quienes ya se fueron y no van a volver. He entendido cual es la lección  y una vez aprendida, he comprendido que cada quien toma su propio camino. 
Me he permitido conocer mi lado bueno y mi lado malo, escucharme llorar y reír a plenitud... siento que de eso se trata todo esto. Recuerden que no siempre es bueno tener el control y se disfruta más cuando hasta el corazón pierde el norte.

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