Son solo bajones, o eso me gusta creer.

Es esa sensación de no tener ganas de nada. Es ese puto nudo en la garganta. Esas lagrimas que asechan. Sentirme idiota como si fuera una niña pequeña que llora por que se le ha caído su peluche. Querer estar sola, para que nadie vea como me derrumbo. Sentir que no soy fuerte y que nunca lo he sido, aun que haya pasado por toda esta mierda, sola. ¿Por qué? Quizá es que no me dejo ayudar. No sé y tampoco quiero saberlo. Simplemente tengo 'miedo'. Miedo a que me fallen, a que me hagan daño, a que me engañen, como siempre. Miedo a perder a quien quiero. Miedo a estropear todo. ¿Y por qué? Pienso que no soy suficiente, que valgo una mierda ; y que si ni yo misma me quiero..Nadie podrá hacerlo .

Ya no duele, o eso creo.

Hay algo que ha cambiado, ¿sabes? Ya no duele no tenerte. Ya no. No sé explicar por qué, supongo que simplemente estoy pasando página poco a poco. Sin embargo, últimamente echo de menos otras cosas como, por ejemplo, como era todo antes. Cuando hablábamos durante horas. Echo de menos aburrirte con mil tonterías y escuchar cualquier cosa que quisieras decirme. Ayudarte en lo que sea y pedirte consejo para todo. Confiar en ti; aun que eso es algo que he dejado de hacer. Pero bueno, que se le va a hacer.
Así que bueno, eso es todo. En realidad, creo que no he dicho nada nuevo que no supieras.

Abuela.

Ella, la que siempre me ha consentido todo, que me ha visto crecer desde enana, y no es una abuela cualquiera, es MI BISABUELA... Y nadie se puede imaginar lo que se siente al poder conocer a tu bisabuela, a vivir con ella desde que eras una cría... Y ahora, cuando la veo mal, se me viene el mundo encima... Ella es muy fuerte, y duele verla así por una puta enfermedad que seguro está matando a muchas personas en este puto mundo.
Si ya lo ha superado una vez.. ¿Por qué no una segunda?..
Yo solo quiero que todo sea como siempre, llegar a casa y encontrarme con ese olor de comida exquisita y un: ¿Que tal el día hija?...
Solo intento demostrarle que no me derrumbo para darle fuerza, pero ya no puedo más o me desahogo, o exploto.
No sé si es hora de que se marche, pero si así fuese, sé que moriría feliz por que ha vivido todo lo que tenía que vivir; a compartido su vida con sus hijas, nietas, y bisnietas. Sé que moriría orgullosa, por que es una luchadora.
Abuela, tienes más que el cielo ganado.
Te quiere mucho, tu bisnieta Leidy.

No soy feliz, sé disimular.

Que la chica que va siempre con una sonrisa, alegrando a lo demás, siempre de coña, y con una sonrisa; es la que se pasa noches enteras llorando. Noches más largas que sus recuerdos. Recuerdos imborrables. Ella piensa, recuerda, y le puede la impotencia. Saber que hay cosas que fueron y hoy ya no son. Se echa de menos a ella misma. La verdad es que desde hace meses no es feliz, sabe disimular. Esa, soy yo.

¿Estupidez o masoquismo?.

La soledad de mi cuarto, me ahogo en estas cuatro paredes. Una cama bastante ancha. Hace frío, hay un hueco a mi lado, está reservado para ti. ¿Lo recuerdas? Tenemos un montón de noches pendientes. Pero por el momento me conformo con que sigas apareciendo todas, absolutamente todas las noches por mis sueños. Pero la misma palabra lo dice, son sueños, ahí se quedarán. En mi memoria. Al lado de un montón de recuerdos, de varios meses de felicidad y tristeza. Pero a la hora de la verdad. ¿ Qué sentido tiene todo esto? ¿Es estupidez o masoquismo? Ah no mierda, que se llama 'querer(te)'.

Fueron los recuerdos.-

Todo a cambiado. No soy la misma de antes, tampoco pretendo serlo. Y ahora.. ¿Qué más da? Mi estado mental constante es: (...)Nostalgia. Todo se ha ido a la mierda, lo sé, me da igual. Bueno, detrás de cada 'me da igual' hay mucha importancia... Pero de recuerdos no se vive. Todo termina, todo se va a la mierda; los finales felices no existen... Todo cae por su propio, en nuestro caso fueron los recuerdos.

El día a día.-

Me despierto interiorizándome la idea de que debo sonreír. Para no preocupar a nadie. Aunque quiera llorar, aunque en mi interior haya una jodida guerra. Cuando no esté en casa, tengo que ser fuerte. Me ahorro las preguntas estúpidas de "¿qué te pasa?". Eso no sirve para nada.
Y en el momento en el que llegas a casa... Te desplomas. Y ya. No hay más. Todos los días igual, no tienes tregua. Das las gracias de estar sola. Se te viene el mundo encima en forma de dudas, de preguntas, de miedo... Te recuerdas todo lo que haces mal, los gritos, las lágrimas... Te encierras en tu cuarto hasta que alguien de tu casa decide interrumpirte,  y recordarte que esta tarde vuelves a estar sola. Qué raro. En esa casa nada es normal. Y otra vez lo mismo. Te encierras.
¿Y las noches? Aún peor que los días. Con el maldito insomnio que no se aleja, con marcas en las paredes y la almohada empapada.

Y todo es por tu culpa.

Nada.-

Ya no salen las lágrimas. Y si he dejado de sentir? Ya no hay nada. Un vacío, incapaz de tener sentimientos hacia nada.
Me desmoronaba constantemente, pero ahora... Silencio.
Están esperando para salir todos de golpe? No, por favor. No sé si podré soportarlo. Ahora estoy en paz, sin sentir. Por favor. No necesito destrozarme más, déjame con mis rotos descosidos.
Déjame con mis falsas sonrisas y mis miradas perdidas.

Y retroceder el tiempo.-

Sería bonito. Si, retroceder a hace ocho meses. Recuperar mi sonrisa. La añoro. Añoro ser feliz, y estar todo el día feliz, no sé, eso era bien. Ahora que? No sé, supongo que todo esto me ha hecho madurar. Qué me gano con querer retroceder el tiempo? No me arrepiento de nada. Ha sido divertido volvería a equivocarme.

Por favor.

Mátame sin anestesia. Quiero sentirlo. Y despedirme feliz porque tú el motivo de mi caos, conseguiste aliviarme. Bonito desastre. Nunca vi un dolor tan bello. Tan verdadero. Como el que reflejaban tus ojos cuando me marché.

Volver a aquellos días .

Cuando me mirabas y sonreía como una estúpida. Ojalá volver a aquellos días en la que la única salvación eran tus besos. Salen solas las lágrimas al recordarte. El amor de verdad, la completa felicidad... Tu apoyo incondicional. Y ahora no somos. Solo gris. Vidas paralelas que un día fueron una. Cuando estoy mejor, tu aroma me abofetea la cara y me deja sin fuerzas. Me siento perdida, buscando mi norte, la orientación más... oportuna. Que mis pies no tiemblen. Y que mis ojeras brillen.

¿Por qué?

¿Por qué nos hicimos daño? ¿Por qué no luchamos más? Por ti nunca me hubiese rendido. En mis pupilas, en la cicatriz de mi mano, de mi cuello... está tu nombre. Me soportabas cuando ni yo misma lo hacía y ahora me arranco la piel deseando deshacerme de mi misma.

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